Siete almas

Hoy he tenido la suerte de asistir al preestreno de Siete Almas, la nueva película de Gabriele Muccino protagonizada (de nuevo) por Will Smith; y a un posterior coloquio con actor y director.  Antes de comenzar la reseña quería señalar lo triste que me parece que el 90% del aforo (completo, por cierto) del recinto estuviera ocupado por gente a la que la película le importaba bien poco y sólo estaban ahí para ver al protagonista de El Principe de Bel-Air. Como esa gente sean los nuevos cineastas y críticos de cine… apañados vamos.

Ya centrándonos en el film, Siete Almas cuenta la historia de Ben Thomas, un miembro del IRS (algo así como Hacienda en España, deduzco) que pretende ayudar a siete personas para poder así redimirse de su fatídico (y secreto) pasado.
Ha sido la primera película que veo de Muccino, pero por lo que han comentado en el coloquio, es un genio del ritmo. El de esta película a mí me parece admirable: a pesar de ser larga (123 min.) y algo lenta en la narración, mantiene al espectador enganchado de principio a fin, revelando con cuentagotas la intriga de la trama y dejando para el final un crecendo que a mí, personalmente, me ha dejado sin palabras.
Sin embargo, tal vez esa forma tímida de ir revelando detalles de la historia sea (o al menos así lo veo yo) el principal talón de Aquiles de la obra, ya que guarda con tanto mimo la información que tal vez los últimos diez minutos contengan demasiada, que al soltarse tan golpe, aunque bien hilada, puede dejar un tanto escéptico al espectador.
La interpretación de Will Smith es bastante aceptable, y para ser un papel tan dramático, sabe lidiar con él de forma bastante digna.

En resumen, una buena película que impacta y no deja indiferente. Podéis disfrutarla a partir de este viernes en nuestros cines.